Llevo años de haber empezado a entrenar. En estos años ha habido días donde me veo al espejo y me gusta lo que veo, días donde puedo apreciar lo que he logrado con tanto esfuerzo.
Pero también los ha habido, y tal vez en la misma cantidad o incluso un poco más, donde no me gusta mi cuerpo. Donde en lugar de ver progresos, veo retrocesos.
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