El ejercicio ayuda
a disminuir las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón. También le
ayuda a mantener sus huesos sanos y fuertes. El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los glóbulos
blancos (gb). Los gb son las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades.
Al igual que ocurre con nuestro metabolismo,
el ejercicio activa nuestro
sistema inmune haciendo que se encuentre en un “estado de alerta” respondiendo con mayor celeridad ante posibles
patógenos. Controla las hormonas del estrés
Ejercicio moderado. Durante la actividad física y en las horas posteriores, se produce una disminución de las defensas pero más a largo plazo, éstas no sólo se recuperan, sino que se produce una “supercompensación”; es decir, se elevan por encima de los niveles de los que partían.
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