Tomar agua antes de comer ayuda a calmar el apetito y a reducir la ingesta de alimentos. Según el estudio, las personas que bebieron agua antes de las comidas consumieron un 22% menos que las personas que no lo hicieron.
Por su parte, beber agua ayuda a reducir la ingesta de calorías líquidas. Cuando se sustituyen las bebidas azucaradas, que por lo general contienen un alto nivel calórico, el organismo recibirá menos contenido de calorías innecesarias, lo cual ayuda notablemente en la reducción de peso. Además, reducir el azúcar proporciona otros beneficios para la salud.
Uno de los beneficios de beber agua es que naturalmente el organismo necesita del líquido para quemar grasa. Según el estudio, la deshidratación leve disminuye un proceso denominado lipólisis, mediante el cual el organismo moviliza las reservas de grasa para cubrir necesidades energéticas. Este proceso es el que genera la reducción y la quema de grasa naturalmente.
Por otro lado, estar hidratado mejora el estado de ánimo y reduce el estrés, por lo que el organismo puede mejorar procesos internos que a su vez se vean reflejados en la vitalidad energética del cuerpo. En todo caso, siempre es recomendado realizar deporte, no solo para bajar de peso, sino para mantener el cuerpo activo, por lo que se sugiere mantenerse hidratado y de esta forma combatir la fatiga y somnolencia.
Cabe mencionar, que tanto la fatiga como el cansancio, son factores que generan la hormona del cortisol, que es la del estrés, que evita que se baje de peso.
Este efecto se da debido a que el estrés eleva la cantidad de cortisol en la sangre, lo que genera que incremente la ansiedad y por ende la necesidad de ingerir comidas, que por lo general son poco saludables, rompiendo así con la dieta baja en calorías.
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